Cómo iluminar una oficina correctamente

La iluminación supone un factor fundamental en cualquier espacio pero, especialmente, en aquellos donde realizamos tareas que requieren atención y concentración.

La luz es capaz de estimularnos, activar nuestras emociones e incluso modificar nuestro estado de ánimo, tres aspectos muy importantes cuando desarrollamos nuestra actividad laboral. 

Cómo planificar la iluminación de tu oficina

Planificar la iluminación de una oficina tiene como objetivo generar espacios agradables donde la luz tenga una función estética, sin perder de vista la funcionalidad o que cada espacio tiene necesidades de luz distintas.

En todos los casos, conviene estudiar la iluminación general de la oficina combinando tubos fluorescentes (para una iluminación más intensa), halógenos (que ofrecen una luz más cálida) y lámparas de oficina de LED (mucho más eficientes).

Uno de los consejos más importantes a la hora de planificar la iluminación de una oficina es buscar el nivel de luz adecuado. En despachos y escritorios, por ejemplo, será tan importante iluminar directamente la zona de trabajo, como introducir luces suaves e indirectas para reducir los contrastes en la pantalla del ordenador.

Además, para conseguir la mejor luz para la oficina tendremos que combinar, siempre que sea posible, luz artificial con luz natural, ininterrumpida y sin obstáculos que creen sombras.

Si tu oficina está en tu vivienda, tienes que tener en cuenta que cada habitación de la casa tendrá un tipo de iluminación diferente.

Así debes iluminar las diferentes zonas de trabajo: 

Cómo iluminar un despacho

Los despachos son los espacios donde pasamos más tiempo y donde, habitualmente, se realiza el trabajo que requiere mayor concentración. Por eso, normalmente suponen el eje central a la hora de planificar cómo iluminar una oficina.

Aunque podemos crear diferentes zonas de lumínicas, en los despachos es fundamental apostar por una luz general, generalmente con plafones. El centro de la iluminación será siempre el escritorio, donde también podemos usar lámparas de sobremesa para focalizar la luz en la zona de trabajo. 

Cómo iluminar las salas de reuniones

Las salas de reuniones deben tener una iluminación general, situada en el techo de la estancia, aunque con refuerzos sobre la mesa central. Las lámparas de pie, que aportan luminosidad en zonas concretas, también pueden servirnos para crear ambientes e iluminar rincones estratégicamente, de forma que la estancia aportemos dinamismo al espacio.

Cómo iluminar las salas de espera, las escaleras y las zonas de paso

Las salas de espera de las oficinas suelen ser lugares neutros destinados a la recepción de visitantes. Puesto que no es necesario focalizar zonas concretas, recomendamos luces cálidas, indirectas y generales.

Respecto a zonas paso como pasillos y escaleras, podemos utilizar luces generales, no demasiado fuertes y blancas.

Sea cual sea la estancia, a la hora de planificar cómo iluminar una oficina también debes tener en cuenta:

• La mejor luz para zonas donde realizamos tareas visuales es la luz blanca.
• Las lámparas, tanto de pie como de sobremesa, deben colocarse estratégicamente para evitar reflejos en ventanas, espejos o pantallas.
• En zonas destinadas a la distensión, la conversación y la relajación, conviene usar luces más cálidas y tenues.
• Las luces LED son más eficientes y, por tanto, son una buena opción para ahorrar dinero en la iluminación.

Cuestión de intensidad: nivel de iluminación en oficinas

A la hora de iluminar una oficina también es muy importante tener en cuenta la intensidad de la luz. Una intensidad adecuada mejorará el confort y la salud visual de los trabajadores y, por este motivo, los aspectos sobre la iluminación de oficinas están recogidos en la Ley sobre Prevención de Riesgos Laborales. Concretamente, la normativa aplicable en relación a la iluminación es Real Decreto 486/97 de lugares de trabajo y la Guía Técnica del R.D. 486/97, donde se recogen los siguientes datos sobre niveles mínimos de iluminación:

• Zonas donde se ejecutan tareas con bajas exigencias visuales: 100 lux.
• Zonas donde se ejecutan tareas con exigencias visuales moderadas: 200 lux.
• Zonas donde se ejecutan tareas con exigencias visuales altas: 500 lux.
• Zonas donde se ejecutan tareas con exigencias visuales muy altas: 1000 lux.
• Áreas o locales de uso ocasional: 50 lux.
• Áreas o locales de uso habitual: 100 lux.
• Vías de circulación de uso ocasional: 25 lux.
• Vías de circulación de uso habitual: 50 lux.

Los niveles mínimos de iluminación se miden a la altura donde se realiza la tarea, que podemos establecer como media a 85 centímetros (donde suelen estar los escritorios). Además, en zonas de tránsito o donde hay riesgo de caídas, este mínimo de lux debe duplicarse.

Cómo iluminar una oficina: el consejo de GETECO 

Nuestro consejo es que busques los niveles de iluminación más adecuados para el desarrollo de cada actividad, aunque siempre debes buscar el equilibrio entre luz natural y luces cálidas y frías.

Por norma general, en iluminación de oficinas lo conveniente es situarse alrededor de los 3.000-4000 grados kelvin, la unidad que mide el rango de color de la luz.

Siempre que la altura lo permita, se aconseja utilizar lámparas de oficina que queden suspendidas o encastradas en el techo. Esta iluminación general puede complementarse con lámparas de pie, que aportarán dinamismo al espacio, y con lámparas de mesa para focalizar la atención en las zonas de trabajo.

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